Por Juan Ignacio Boudon, director regional de CONAF y director de Fundación Geoglifos de Tarapacá. *Columna de opinión publicada el 31 de enero de 2022, en La Estrella de Iquique.
Uno de los ecosistemas únicos presentes en la región es la Reserva Nacional Pampa del Tamarugal. Este sitio constituye un lugar de especial importancia para el conocimiento, conservación y aprovechamiento sustentable del medio ambiente en el desierto de Atacama.
Esta área silvestre protegida debe su nombre a los extensos bosques naturales o tamarugales que existieron en la época de la explotación salitrera y que fueron utilizados como fuente de combustible en las faenas y campamentos. En las décadas del 60 y 70, el Estado chileno inició un plan de reforestación del tamarugo y algarrobo para establecer la actividad ganadera. A pesar de la explotación de esa época, en el salar de Llamara es posible encontrar uno de los dos bosques naturales de tamarugos que quedan en Tarapacá. Recordemos que actualmente, esta especie nativa y endémica de la región, se encuentra catalogada en estado vulnerable.
Este bosque proporciona beneficios a la flora y fauna, otorgando refugio a varias especies de vertebrados e invertebrados, aportando en la estabilización de suelos, siendo mitigante de la erosión y acogiendo a especies migratorias, entre otras.
Pero además de su bosque nativo de tamarugos, Llamara también es mundialmente reconocido por los afloramientos de aguas subterráneas producto del hundimiento del terreno superficial, que genera depresiones salinas, conocidas localmente como puquios, y que existen en contados lugares del mundo.
Asimismo, la relación entre las comunidades con el valle y las quebradas es ancestral, y sobre todo con estos puquios, que constituyen un manantial en medio del desierto más árido del mundo. Este salar y sus lagunas han sido sitios de tránsito y encuentro de pueblos milenarios, de ahí su importancia cultural.
El salar de Llamara, catalogado como sitio prioritario para la conservación de la biodiversidad, el año 2013 fue anexado a la Reserva Nacional Pampa del Tamarugal. Además, para relevar su importancia y en el marco de la celebración del Día Mundial de los Humedales, a festejarse este miércoles 2 febrero, se ha inaugurado un Centro de Educación Ambiental que permitirá a los visitantes conocer, aprender y valorar esta riqueza natural.