Patrimonio Sociocultural
Los territorios de Tarapacá fueron atravesados infatigablemente y durante milenios por los habitantes de las sociedades Andinas vinculadas al tráfico regional e interregional, aunque también movidos por fenómenos como sequías o invasiones desde otras latitudes.
Poblados de antaño y que hoy persisten, como Huatacondo 1, Pica, Estación Pintados, Tarapacá, Tiliviche y Pisagua, fueron y son, lugares de encuentro y descanso en los extensos recorridos. Otras paskanas (asentamientos de trayecto) desaparecieron con el tiempo y solo quedan sus vestigios arqueológicos.
CAMINOS PREHISPÁNICOS REGIÓN DE TARAPACÁ
Adaptado de: Rutas caravaneras por el norte de Chile en el periodo Intermedio Tardío Zori, C. & Brandt, E. (2017)
“Lanzando una amplia red: un análisis de redes sociales en los caminos incas en los valles costeros del norte de Chile”
Paleocampos © Gerhard Hüdepohl
Se cree que los geoglifos protagonizaron una forma de comunicación y señalización de las rutas, ya que, dispuestos en lugares visibles de los cerros, servían de verdaderos mensajes para viajeros. Lautaro Núñez, destacado arqueólogo nacional y cuyas investigaciones han hecho invaluables aportes al conocimiento sobre los geoglifos, señala que existió una sacralización del paisaje en donde los geoglifos marcaban el carácter de cerro sagrado, de aquel espacio que, constituyendo un pasaje de tránsito obligado era, a su vez, un pasaje que se marcaba ceremonialmente.
Es admirable el caso de Pintados, señalado como lugar de alto tráfico de paso y de descanso caravanero, de comerciantes de la costa, el desierto y el altiplano. Parece haber sido el epicentro del intercambio, dando lugar a “ferias” y rituales religiosos al alero de los geoglifos. En el lugar existían manantiales de agua dulce para las caravanas de llamas y humanos, y todavía hoy es un punto de convergencia de rutas y senderos desde los más diversos extremos de la región tarapaqueña y más allá.